viernes, 16 de septiembre de 2011

Al límite



Crece como enredadera
de multifacéticas ramas,
se esparce sigilosa
arrastrando capas de tejido,
se traga el oxígeno.
La tristeza echó raíces
cerca del vientre
y crece demencial
hasta la cabeza.
Es hora nena
de levantar campamento
vaciar la casa
los roperos
tirar la vajilla
los papeles
quemar la ropa
los muebles
escupir la sangre
aún fresca.
Es hora de cerrar
las puertas
las ventanas
la boca
y apretar las manos
fuerte
hasta deshacer
la impotencia.


4 comentarios:

Noelia A dijo...

"es hora de levantar campamento" "escupir la sangre aún fresca"

Buenísimo, me gusta tu manera de expresar lo inexpresable.

Un beso grande, Roxana.

Unknown dijo...

Noe, me gusta mucho encontrarte, porque siempre lees lo que quiero decir. Gracias!!!
Un beso grande a vos, Noe.

Anónimo dijo...

"apretar las manos
fuerte
hasta deshacer
la impotencia"

Lo del papel arrugado lo voy a cambiar por esta frase.
Es un poema con todas las letras.
Gracias porque lo voy a llevar conmigo siempre y si no alcanza sin pensarlo voy a buscar tu mano.
Besos señora.

Luis Nieto del Valle dijo...

Me encantó cómo consigues ese sentimiento que termina por resultar axfisiante.
Un abrazo, Roxana