sábado, 24 de julio de 2010

Entre pisos



Voy del octavo al quinto
del quinto al octavo
casi sin esfuerzos,
como si un ascensor
tuviera que hacer
todo el trabajo.
Hay años entre esos pisos,
cajas, valijas, camas,
cebollas en mal estado,
libros que usé para leer,
otros sobre los cuales
sólo apoyé la cabeza
las noches de mucho viento.
Cuando tenía veinte
también julio era invierno,
los besos nacían en la boca
y las mudanzas,
no eran más que mudanzas.

5 comentarios:

© Raquel Nieto dijo...

Cebollas en mal estado. Julio también era invierno. Me quedo con esos dos conceptos. Me fascina leerte Ro.
Besos amiga.

derian dijo...

muy buenoooo ro

jaja me mató esta parte

"libros que usé para leer,
otros sobre los cuales
sólo apoyé la cabeza
las noches de mucho viento"

escribí más seguido!!!

Adri dijo...

Algunos de esos libros no están en la mudanza, se fueron con quienes amás, uno descansa rayuelamente en mi mesa de noche junto a otros que tienen tus poemas. Y siempre te encuentro en tus letras, en el octavo, el quinto o en el mirador de esa ventana que aún sigue siendo un poco mía, vayas donde vayas. Como un veintiuno de enero, de hace no sé cuántos siglos, que parecen años y son minutos. Besos nena del alma

Gloria Rosa dijo...

Ho,a mi Ro me alucinan tus poemas, eres genial...me encanto volver a estar en tu rinconcito
besitos y mi te quiero amiga mia

Siempre tuya

Noelia A dijo...

Nos cuesta el cambio a medida que crecemos (o envejecemos, jaja, yo seguiré creciendo hasta la muerte, vaya optimismo el mío)
En fin, bien expresado lo de la mudanza. Y es que estamos mudándonos todo el tiempo, de un libro a otro, de un estado de animo a otro, de un...
y quien sabe de cuántas cosas más

Besos Roxana