lunes, 21 de febrero de 2011
Lo único que quiero escuchar
Siempre tuviste la manía
de decirme lo que debía hacer:
colgar los cuadros en las paredes del comedor
los recién pintados y los viejos,
acostarme con el tiempo suficiente
como para dormir las ocho horas reglamentarias,
regar las plantas todos los días
con la misma sincronía con la que desayuno,
echar a la gata de arriba de la mesa
y de debajo del acolchado,
tomar tres litros de agua
y hacer seis ingestas diarias.
Sólo mantenés la boca cerrada
cuando poso mi cuerpo desnudo sobre el tuyo
y me muevo rítmicamente
hasta que por toda palabra gemís
como si nunca antes
te hubieran hecho el amor.
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4 comentarios:
Es una buena razón para dejar de hablar, por lo menos por unos instantes.
Suerte
J.
Me gustó, Roxana. Hacer callar de esa forma es mejor que ponerse a vociferar.
Buena tu poesía, no se sabe si es una oda o un lamento, deja la ambigüedad al lector, para que interprete respecdo de eso lo que quiera, y eso es bueno.
Una abrazo
Así es José, una gran buena razón.
Bienvenido!!
Noe, claro que es mejor!!
Gracias por tu valiosa palabra.
Un abrazo.
HI ROXANA:
wow maravilloso!!!....tu lo dijiste todo y si digo lo k pienso en este momento me pueden CENSURAR...
:)
DTBM
MUNE!.
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